SAN VALENTÍN, VINO Y PLAZA GOYA. MARIDAJE PERFECTO

Eurípides decía que “donde no hay vino no puede haber amor” El vino que compartimos en una mesa para dos muchas veces se convierte en nuestro preferido, no por el gusto del vino, si no por con quién lo compartimos. San Valentín es la gran excusa para celebrar el amor por el vino con nuestro amado o amada. Es verdad que muchas de las botellas que se abren corresponden a este romanticismo del vino.

 

El vino y el amor es un maridaje histórico. Dionisos era dios de la embriaguez divina y el amor más encendido.

 

En el Antiguo Testamento la vid es símbolo de fertilidad y también de reproducción humana. En la tradición judío-cristiana el vino es visto de manera positiva como creador de uniones. Prosiguiendo en la historia del erotismo del vino, la poesía persa en boca de Omar Khayâm implica el hedonismo de beber y de amar. Después la mística sofí recogerá esta tradición para llegar a la divinidad, perpetuando la imagen del vino como potenciador del amor.

Así en la Edad Media, encontramos como el Arcipreste de Hita en El libro del Buen Amor, nos cuenta como Venus y Bacus son inseparables compañeros. Giacomo Casanova en Histoire de ma vie escoje a modo de maridaje los mejores vinos para conquistar a las mujeres. El vino está íntimamente ligado al imaginario del placer en el siglo XVIII y a partir de ello se define el rol social que tiene en la actualidad.

 

Una cita con un buen vino da pie a hablar de amor, y tal vez a tomar una última copa… El vino que nos acerca al amor y nos obliga a compartir una botella llena de sentimientos.

En Plaza Goya, este San Valentín nos enamoramos de las Bodegas SOMMOS para acompañar tan especial velada y te proponemos elegir entre tinto, blanco o rosado.

http://www.bodegasommos.com/

 

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Qué mejor motivo para enamorarte?

 

Reserva: info@plazagoya.com Tlfn. 976 46 85 81